viernes, 20 de agosto de 2010

In love with a girl





A veces pensaba que la gente era tan hipócrita, que todos solo me buscaban por algo llamado “fama” pero ¿Qué se supone que era eso? Siempre lo había buscado y lo encontré, cumplí mi sueño, fue maravilloso, pero en algún momento algunas personas sólo hablaban conmigo por esa tal fama, por mi dinero o por mi cara conocida, la mayoría del tiempo escuchaba un “te amo” de parte de mis fans, me alegraba que ellas pudieran sentir algo así por mí, era extraño por que yo siempre pensé que nunca le diría a alguien esas cinco letras, quiero a decir a un extraño no, pero eso cambio de una manera tan rápida e inesperada...


Decidí ir a tomar algo en mi cafetería favorita, me senté en el mismo lugar que siempre, mis pensamientos estaban dirigidos hacia otra cosa, no ponía atención en nada, hasta que la puerta se abrió, las campanitas que estaban arriba de la misma sonaron de una manera tan peculiar que me hizo voltear, al mirarla algo extraño sucedió en mi cuerpo. Me estremecí por completo, la seguí con la mirada, en un momento volteo y nuestras miradas se encontraron, aparte la vista al instante, comencé a menear mi café rápidamente a causa del nerviosismo. No volví a levantar la vista hasta que ella estaba en frente de mí, “Tom Fletcher”-pronunció ella con una melodiosa voz- en ese momento creí que iba a gritar, me abrazaría y después se desmayaría, o tal vez sólo estaba dramatizando yo, saco un papel y una pluma, estaba seguro que me pediría un autógrafo, suspire cansado, otra vez eso, no es que no me gustará hacerlo, yo amaba a mis fans, si no que hoy no estaba con muchas ganas de dejar mi firma en un pedazo de papel, que con el tiempo quedaría en el olvido. Me equivoque rotundamente, ella se acerco con cautela a mi oído para pronunciar aquellas palabras, que nunca pensé escuchar “es encantador tu hoyuelo”, seguido de eso me dedicó una calida sonrisa y se marchó. Al principio no sabía como reaccionar o como actuar, una felicidad me inundo todo el cuerpo, ¿Como alguien que apenas me conocía logro hacer un momento dulce al amargo por el que estaba pasando? Se que millones de veces escuche lo que ella me dijo, pero algo fue diferente, algo… pero no sabía que.

Por un largo tiempo no la volví a ver, pero por alguna razón no dejaba de pensar en ella, es como si la amara desde el primer momento en que la vi, ahora ese gusto por ver a mis fans habría crecido en exceso no entendía la razón de ese sentimiento pero así fue.

En un concierto en Londres la volví a ver, en medio de entre toda la multitud la divise, me miraba sonriente mientras yo cantaba, una sonrisa ligera apareció entre mis labios, ella río en un momento, se veía contenta y hermosa.

Al siguiente día estaba sentado bajo un árbol en aquel parque cerca de mi casa, alguien me tapo los ojos, no entendía quien era, pero sentir su tacto encantador con el mío al rozar nuestras manos me hizo confirmar mis sospechas.

Cada día que pasaba nos conocíamos mas, me di cuenta que ella me conocía mejor que nadie, mejor que mi mismo, me trataba de una manera tan especial, nuestra relación era de una forma diferente a las demás, cuando estábamos a punto de comenzar a pelear de alguna manera me hacía querer amarla más y desechar esa tonta idea de discutir por algo tan peculiar, ahora alguien me entendía de todas las maneras, aún no comprendía millones de cosas del mundo pero comprendía una por completo estaba enamorado de una chica, de una chica que no se podía comparar.

El invierno más esperado.

El momento que no quería que llegara al parecer ya estaba a punto de alcanzarme. Disfrute cada segundo que tenía al máximo, pero al pensarlo me di cuenta que eso no era suficiente, y es que como todos sabemos, "siempre queremos más y más". Tenía un montón de sentimientos aglomerados en mi interior haciendo que me fuera imposible el saber que ocurría a mi alrededor, tan sólo de lo que estaba segura era que él me sostenía de la mano, apretándola con una ternura infinita; esa pequeña acción siempre lograba que sintiera una sensación extraña en el estomago, eso que sólo causa alguien tan especial, tu primer y único amor.



-Creo que ha llegado la hora.- susurró lentamente; era fácil notar que cada letra fue algo doloroso de pronunciar.


Respire hondo. Debía actuar con madurez, no derrubarme delante de él, porque sabía que si lo hacía el cambiaría de opinión y se quedaría a mi lado, y aunque yo quisiera que eso pasara, muy dentro de mí comprendí que era algo que él quería hacer, que él sentía que debía hacer. Estaba empezando a creer que todo estaría bien, que no iba a ser tan malo como pensé que sería, pero en el momento que fije mi vista hacia su rostro todo se desvaneció, "Al diablo con la madurez" - me dije a mi misma-.


Nos miramos varios minutos hasta que mis pupilas se cansaron de contener esas odiosas lágrimas, bajaban una en una, simulando una carrera por ver quien era la más rápida. Después sin enter como y cuando había pasado me encontraba envuelta entre sus grandes y amorosos brazos; con sutileza, temiendo hacer más daño del que podría causar comenzó a acariciar mi cabello una y otra vez, mientras susurraba algunas palabras intentando tranqulizarme . Su pecho pegado junto al mío era tan reconfortante, como nunca lo había sentido antes, sin embargo, eso no podía hacer que pararan de salir esas pequeñas gotas. Dudoso se aparto despacio, no pronunciábamos palabra alguna, porque no había la correcta para decir, tan sólo decidimos deleitarnos con la compañía del otro.


Se escucho a lo lejos la peor cosa, su vuelo había sido anunciado. El adiós estaba cerca.


-Te extrañare de una manera que no te lo imaginas, pero quiero que recuerdes algo y siempre lo tengas presente; regresaré, es una promesa que ni la mayor guerra podrá romper.- sus labios aprisionaron los míos, era un sentimiento diferente el de ese beso, como si tratara de recordar perfectamente como se sentía aquello para cuando estuviera lejos, como usualmente lo hacía me llevo hasta un mundo de fantasía, el hermoso mundo que yo amaba; pero sin aviso ocurrió lo inesperado, algo que nunca había pasado en todo el tiempo que lo conocía, una pequeña muestra de agua mojo mi mejilla; él por primera vez derramó una lágrima frente a mí, asombrada me separé y justo antes de que pudiera decirle algo, él se dirigía hacia un lugar que definiría el destino de nuestras vidas.


El sonido de los aviones me envolvió en una burbuja mientras seguía en la misma posición en la que él me había dejado, habían pasado los minutos pero continuaba igual y después de tanto pensarlo supe cual era el sentimiento ganador, en el que me encontraba en esos momentos: tristeza, ese era el perfecto para poder definir como estaba, un largo suspiro se hizo paso entre mis labios, gire sobre mis talones y salí de ahí. La pregunta era: ¿Cómo continuar sin él?


(...)


"-¿Logras ver esa estrella?- levanto su brazo apuntando la dirección de la misma.

-Sí, brilla más que las otras.- afirme encantada de poder divisar aquello.

-Cuando nos encontremos separados por alguna razón, mírala y yo haré lo mismo, así podremos sentir que estamos juntos, ¿Lo harás?- poso su mano sobre mi mejilla para acariciarla suavemente.

-No lo dudes ni por un segundo-."


Ese recuerdo vino a mi mente en un rápido instante, cuando yo me encontraba debajo de un cielo decorado por millones de estrellas pero sólo una captaba mi atención en especial, porque él tenía razón, por raro que fuera cuando la veía…sentía que estaba a un lado de mí.


(...)


Y sin saber cómo, el invierno llegó, era mi época favorita del año y aunque me alegraba que por fin hiciera presencia, no estaba completamente contenta, él se había llevado un pedacito de mí, haciéndome incapaz de lograr lo que toda persona quiere: Ser feliz.


Movía los pies de atrás para adelante intentando mecerme en aquel columpio que colgaba de un gran árbol viejo el cual estaba ubicado detrás de mi casa, ese columpio que vivió muchos momentos especiales de nuestra historia. Saque mi teléfono celular y presione los números que me harían posible escuchar su voz, aunque sólo fuera por unos segundos, pero de esa manera una inmensa alegría me llenaría por dentro; el timbre sonaba, una vez, otra y otra, cansada de esperar a que alguien contestara decidí darme por vencida. La preocupación comenzó a invadirme por lo extraño que era el hecho de que él no me hubiera atendido la llamada, sacudí mi cabeza un par de veces para sacar esos pensamientos de mi cabeza antes de que imaginara cosas peores. Y en un segundo de debilidad baje la vista hacia el suelo blanco, apretando fuertemente los ojos para que no se derramarán mis mas grandes enemigas.


Un gélido viento típico de esta temporada erizó cada centimetro de mi piel e impulsivamente levante el rostro, no sabía como era que había sucedido o si era alguna ilusión que estaba causando mi cerebro pero él se encontraba delante de mí, a tan sólo algunos metros, el dueño de cada sentimiento que salía de mi interior. Se acercaba hacia donde yo estaba, con maleta en mano y una típica sonrisa dibujada. Y a cada paso que daba el corazón se me aceleraba dichoso de admirar esos ojos que tanto amaba.


De un brinco salte del asiento, dejando al columpio mecerse solo; corrí lo mas rápido que me era posible y al estar lo suficiente cerca, me abalance sobre él, inmediatamente soltó la maleta y me sostuvo por la cintura después de que envolví mis piernas sobre su cadera. Deseosa de probar aquellos labios tome su cara entre las manos para demostrarle todo el amor que se había acumulado, esperando a salir cuando estuviera de nuevo a mi lado.


Y nos seguimos besando hasta que los copos de nieve bajaron para adornar la escena que...había valido la pena esperar.

Una sonrisa musical...

Y siempre "Música y Sonrisa" estarán juntas en mi conrazón...