Tantos sentimientos se encuentran en mi interior, no se como explicar lo que esta pasando dentro de mi en este momento, millones de pensamientos se vienen a mi mente en segundos, tantas cosas que quisiera decirle pero mis labios no son capaces de pronunciar ni una sola palabra.
-¿Estas lista?- preguntó mientras acariciaba mi cabello.
-¿Para que?- conteste de la misma manera que él había hablado, con una pregunta.
-Tú sabes a que me refiero- hablo con simpleza.
-Quisiera no saberlo- mi voz fue casi un susurró, me aferré aún más a su pecho, notando ese maravilloso olor que lo identificaba y yo tanto amaba.
Un silencio invadió todo el cuarto, podía escuchar con perfección el latir de su corazón, era lento y tranquilo, estaba demasiado pendiente de eso que no me di cuenta que pasaron varios minutos, seguíamos sin hablar pero no nos incomodaba a ninguno de los dos.
-No quiero que estés así, es algo que debe suceder, nadie puede cambiarlo-.
-Eso lo entiendo lo que no puedo comprender es que pasará conmigo- un largo suspiro se hayo paso entre mis labios-.
-Me encantaría poderte contestar esa pregunta pero lamentable mente no puedo-.
-Lo sé- pronuncie fríamente.
-Sabes no siento miedo de lo que pasará, lo que me da temor es otra cosa- sentí su respiración sobre mi cabeza.
-¿Me dirías, cual es?
-Claro- una pequeña risa se logró escuchar en esas cuatro paredes- Tengo terror a…-una pausa hizo notar el suspenso en todo esto- a no poder vivir sin ti- acerco sus labios a mi frente para después presionar los con mucho cuidado y dulzura a la vez, era como si temiera a lastimarme.
-Creo que somos dos-un sentimiento de furia recorrió mi cuerpo, tuve que cerrar los ojos con fuerza a causa de la frustración, no quería que esas pequeñas gotas salieran, no debía permitírmelo.
-Te agradezco por tantas cosas, tú fuiste esa persona que me hizo de nuevo sonreír, lograste que cada momento fuera totalmente divertido y diferente, hiciste que yo creyera en eso llamado amor, me alentaste a disfrutar por completo la vida, no sé como agradecerte por todo eso-pronunciaba cada palabra con un cariño indescriptible-.
-No quiero que me agradezcas por nada, aún no- en ese instante me fue imposible retener las lágrimas, comenzaron a resbalarse por mis mejillas mojando un poco su pecho desnudo.
-No soy merecedor de tus lágrimas así que no lo hagas, por favor, no resisto verte así- levanto mi barbilla con su dedo índice luego poso su pulgar en mi rostro para limpiarme esa pequeña gotita que salía de mis ojos.
Se acerco a mí con cautela, sentía su respiración a unos centímetros míos, presiono mis labios lentamente, sentía como su aliento sabor menta recorría cada parte de mi garganta, cada segundo que duraba esto me tras portaba a un lugar diferente, como una pequeña bola de nieve que cuando va cayendo crece y crece así era los sentimientos que mi corazón lograba sentir por él, no quería separarme de él, no deseaba hacerlo pero añoraba aún mas que no acabara tan pronto esto que teníamos los dos.
Tome de nuevo la posición que tenía antes, lograba divisar una hermosa vista que se podía ver por la gran ventana que estaba frente a nosotros, encantadores colores estaban posados en el cielo, el sol comenzaba a ocultarse, era como si pegará en aquel lago que se encontraba afuera de nuestra casa, después de varios minutos desapareció por completo, logrando ver una estupenda luna en medio de un cielo lleno de estrellas.
-Deberé irme en algún momento- pronunciaste con seguridad.
-Eso no es cierto, no hables así, te lo pido- suplicaba con dolor al escucharte decir esas palabras.
-Eso pronto pasará pero quiero que me prometas algo antes de que suceda.
-Por supuesto.
-Promete que serás feliz y disfrutaras cada segundo de tu vida- voltee mi cabeza para verte, tú mirada aún se dirigía a la ventana, giraste para dedicarme una pequeña sonrisa.
-Te lo prometo aunque será difícil si tú no estas a mi lado- mis labios se acercaron a tu mejilla para darle un cálido beso.
-Yo siempre estaré a tu lado aunque no logres verme- me acerco aún más a su pecho, abrazándome con cariño.
Por que la vida era injusta con nosotros, por que se lo llevaba de mi lado, por que sucedían todas estas cosas.
-Oh ahora que recuerdo me olvide agradecerte por una cosa más, la más importante de todas a mi parecer- de nuevo levante mi rostro para poder verlo- te agradezco con todo mi corazón haber sido mi primer y único amor- nuestros ojos se encontraron, sentía que con solo vernos podíamos decirnos miles de palabras, él acarició mi mejilla con ternura al terminar de decir lo anterior.
El cáncer me lo había arrebatado, lo odiaba por eso, ese día fue la ultima vez que juntos logramos ver un amanecer, no sabía como continuar ni como actuar pero de algo estaba segura trataría de cualquier manera a cumplir mi promesa, sabía que él me ayudaría a lograrlo por que como él dijo siempre estaría a mi lado aunque no pudiera verlo.
